A principios de enero, a la abuela Zhang se le diagnosticó cáncer de tiroides avanzado, y después de haber agotado las opciones de tratamiento en varios hospitales, su familia se ahogó en la desesperación.Un rayo de esperanza surgió cuando los vecinos mencionaron la terapia de inhalación de hidrógeno en un centro de bienestar localSus hijos, agarrados a las pajitas, la acompañaron a la instalación, el personal calibraba meticulosamente las concentraciones de hidrógeno todos los días, manteniendo su ánimo con conversaciones cálidas.Después de semanas de sesionesAhora que irradia vitalidad, la mujer de cabello plateado comparte con pasión su viaje de recuperación.Este cambio inesperado ha reavivado la fe de su familia en la resistencia de la vida.
